A su corta edad ya puede resolver problemas difíciles de entender para un matemático. Amanda Vanegas (12) estudia quinto grado en la Unidad Educativa Colegio San Francisco de Asís, y aunque parece una niña común, su razonamiento lógico y espacial, su intuición y creatividad la diferencian del resto. Hoy, Día del Niño es un ejemplo para todos sus compañeritos.
El pasado 2 de julio, su agilidad mental destacó entre los 110 alumnos que participaron en las Olimpíadas Nacionales de Matemáticas 2011. Obtuvo el premio Polar, reconocimiento otorgado a la mejor prueba entre todos los aspirantes de tercero, cuarto, quinto y sexto grado. La proeza la consiguió luego de acreditarse la medalla de oro en la evaluación de su curso.
Todo comenzó como un reto. A Vanegas le parecía magnífico estudiar y al mismo tiempo divertirse. La confianza fue fundamental. Estrella Suárez, profesora emérita de la Universidad del Zulia dedicada a la parte académica de las Olimpíadas en Maracaibo, informó que estas pruebas no cercioran de manera directa el conocimiento, sino aquellas habilidades que los niños tienen para pensar.
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